miércoles, 7 de octubre de 2009

Tan cerca, tan lejos.

Calle encantanda, mágica pero cautelosa. Descubierta, tan libre, tan solitaria. Muchos anduvieron, muchos corrieron. Aquel miedo, ese temor inevitable que te persigue, que pretende hacerte huir lejos, sin poder reproducir tus sentimientos... ¿Por temor? Desaparece de mi, aléjate, no seas imprudente. No lo puedo hacer, no sé que me detiene. No sé si tiene que ver el pasado, la experiencia fallida. Como quisiera elimnar esa ofuscante sensación, que cada vez aterroriza individuos, sumergiéndolos lentamente.

Y, así siguen caminando cada vez más rápido, más ágilmente. ¿Acaso nadie quiere combatirlo? Casi siempre sales ganando, pero no siempre.